HEIMO ZOBERNIG (Viena, 1958)
Del 8 de abril al 14 de mayo de 2010

Con motivo de la celebración del 40 Aniversario de la apertura de su primer espacio galerístico en la ciudad de Sevilla, la Galería Juana de Aizpuru ha preparado un excelente programa de exposiciones para celebrar esta fecha y homenajear así a un importante grupo de artistas que le han acompañado a lo largo de estos años, marcados –como se sabe– por un extraordinario esfuerzo dirigido a colocar la creación contemporánea y los lenguajes estéticos más avanzados en el lugar que merecían y que durante mucho tiempo les fueron escamoteados. Conseguido este propósito, y reconocida hoy por todos los agentes del mundo del arte como una de las damas del arte contemporáneo de mayor prestigio e impresionante carrera de nuestro país, comienza hoy una celebración que durará todo un año. El programa contempla magníficas exposiciones de la mano de los mejores artistas representados por la galería, los que ayudaron a internacionalizar la escena del arte en España y convertir a esta galería en un punto clave de referencia para la historia del arte más reciente.

Con la muestra del artista austríaco Heimo Zobernig 2006-2010 (1958 Mauthen/Kärnten, actualmente residente en la ciudad de Viena), da comienzo esta celebración. Una exposición que ofrece la posibilidad de acercarnos a un artista complejo en la estructura de su discurso y sobradamente inteligente en el modo de concebir su relación con el lenguaje sacralizado del arte. Su experiencia estética se amplía a varios territorios de actuación que le convierten en un artista imprescindible dentro de la escena contemporánea. La arquitectura, la performance, el diseño, el video arte, la música y el arte público, son tan sólo algunas de las áreas en las que ha incursionado, investigando así sus relaciones discursivas, morfológicas y de lenguaje. De este modo, y con el curso de los años, su trabajo ha arribado a conjeturas básicas acerca de la naturaleza más íntima del “vocabulario artístico” y los modos de socialización del mismo, cediendo un protagonismo importante al espectador de sus obras, en tanto co-creador o co-autor de sus trabajos.

Heimo Zobernig es de esos artistas camaleónicos que se resisten a toda clasificación, en la actualidad tan al uso en ciertos sectores.

Esta muestra advierte de su madurez como artista, del mismo modo que señala esas ideas recurrentes, casi obsesivas, sobre las que ha versado siempre su trabajo y que constituyen el punto de partida de todos sus proyectos. Es fácil advertir una intención conceptual y narrativa en estas piezas con la que desea señalar la expansión de las fronteras o los límites lingüísticos. De este modo se aprecia una reflexión que abarca tres órdenes de actuación de la obra: la mirada hacia la arquitectura y su demencial obsesión por las medidas a imagen y semejanza del hombre; la reflexión sobre las formas puras en la pintura explorando su naturaleza más esencial y, por último, el acercamiento a la realidad morfológica de la escultura a partir de la imagen del maniquí y su reconversión en objeto arte con amplia posibilidad de lenguaje, sobre todo en los ámbitos de la alegoría.

El espectador de esta muestra podrá advertir el diálogo interno entre cada una de las piezas y, también, los guiños cómplices entre la pintura, las instalaciones (convertidas aquí en metáforas del espacio arquitectónico) y las esculturas (maniquíes a modo de alterego o doble del artista). Todo ello mediante una propuesta que prioriza el lenguaje conceptual y, también, el narrativo.