Delinquere

CRISTINA LUCAS (Jaén, 1973)
Del 9 de febrero al 25 de marzo de 2012

La exposición que presenta Cristina Lucas lleva por título Delinquere, que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley.

Tiene como eje principal el vídeo titulado HACIA LO SALVAJE (16’) 2011. En él una joven decide de motu propio someterse a un proceso legal cuyo fin es la desintegración de los vínculos sociales.

Radicalmente opuestos a esta joven, son los personajes desnudos que se contemplan a través de la pintura clásica occidental expuesta en grandes museos.

El conflicto surge aquí de la ausencia de permiso para realizar un gesto “natural” como es desprenderse de las ropas. Los mecanismos que tiene la institución ante esta performance, son parte del contrasentido cultural. Existe un vacío legal ante la presencia de un cuerpo desnudo real frente a otro esculpido o pintado.

El documento de la performance concilia de nuevo este conflicto en la serie DESNUDOS EN EL MUSEO, que de momento cuenta con cinco intervenciones. Estas se han realizado en: La Walker Art Gallery de Liverpool, El Louvre, El Prado, El Kröller-Müller de Holanda y El Museo Nacional de arte Antiga de Lisboa.

El resto de las series hacen referencia al conflicto entre el cuerpo natural y el cuerpo social, como así se muestra en la serie PEINADOS… el cabello como la expresión de lo salvaje y lo primigenio es transfigurado para la representación de roles sobre el sexo, el poder o la rebeldía.

En la serie MONTAÑAS se observan estas transformaciones radicales de los iconos románticos. La naturaleza vista por la economía, que capitaliza y sistematiza sus elementos. Creando paisajes artificiales ya no es posible huir a las montañas, sino convertirlas en stocks. Ya no se mueven en eras geológicas sino que suben o bajan, migran o se erosionan debido a los valores de mercado y las bolsas.

En el Homoceno la transformación de lo natural en artificial y sus categorías es una cuestión osmótica y quizás el arte sea el único vehículo para vivir en sus contradicciones.

Delinquere… el abandono de los buenos caminos como rutina existencial se convierte en la manera ortodoxa de proceder.