LENGUAJES INVISIBLES

ALICIA FRAMIS (Barcelona, 1967)
Del 21 de abril al 30 de mayo de 2018

Vídeo de la performance disponible haciendo click aquí.

“Es mi cuerpo público” es una nueva serie de obras de arte y moda creadas por Framis. Para esta serie Framis ha diseñado una nueva colección de vestidos en los cuales explora los límites de lo privado y lo público. La estética de los vestidos se asemeja a la de la lencería, pues están realizados en finas telas transparentes, un material generalmente asociado con el ámbito privado pero, al mismo tiempo, son pancartas como las que se usan en las manifestaciones, y que aquí se usan también como tales.

Los vestidos llevan un mensaje potente bordado en ellos: ¿Es mi cuerpo público? se pregunta en cada uno de los 15 vestidos, en 15 idiomas diferentes . Con este trabajo, Framis quiere reflejar el problema al que se enfrentan las mujeres en todo el mundo. El lema “Es mi cuerpo público” ha sido traducido por 15 mujeres diferentes, cada una procedente de la región donde se habla el idioma específico.

“Es mi cuerpo público” no es solo una nueva colección de moda, sino que la colección se utiliza activamente en una manifestación-actuación. Durante la presentación, 15 mujeres caminan por las calles de Madrid llevando puestos los vestidos para finalmente llegar a la Galería Juana de Aizpuru. Este trabajo establece una nueva forma de manifestarse en contra de la violencia sexual y de la intimidación a las mujeres. El transeúnte corriente se enfrenta al mensaje de estas mujeres y se les pide que reflexionen sobre ello. Al llegar a la galería, las 15 mujeres cuelgan las pancartas, como ropa, en una cuerda para que se sequen. También se exhiben 15 fotografías de la propia artista, enmarcadas, en las cuales sostiene las 15 pancartas. El arte, el feminismo y el activismo están interrelacionados en este trabajo.

Esta colección de vestidos es una continuación de la colección de moda 2002 de Framis, “Anti_Dog”, que consistió en 23 piezas de ropa hechas de un material a prueba de balas para proteger a las mujeres, particularmente a las mujeres de color, contra la violencia. En este trabajo también uso la moda como herramienta de movilización para cuestionar la seguridad pública de las mujeres.

Con “Es mi cuerpo público” Framis cuestiona lo que es público y lo que todavía sigue siendo privado en el mundo actual. Hoy en día parece que la privacidad es algo del pasado. Nuestros movimientos, tanto físicos como digitales, son constantemente controlados. Con la introducción de Internet y las nuevas tecnologías hemos renunciado a mucha privacidad. Al pasar por los controles de seguridad del aeropuerto, los guardias nos registran atentamente. El gobierno recopila todo tipo de datos sobre los ciudadanos, incluso aquellos que pertenecen a la vida privada. Framis se pregunta dónde termina su privacidad. ¿Dónde comienza el miedo al otro y la necesidad de controlar a la gente reuniendo tanta información como sea posible?

Los temas de privacidad y política corporal que Framis pone en evidencia en este trabajo adquieren un significado diferente y más específico cuando se trata de mujeres. A las mujeres en muchos países del mundo todavía no se les permite tomar decisiones que afectan a su cuerpo, por ejemplo, en lugares donde las mujeres tienen que obedecer ciertas reglas o códigos para vestirse. Al mismo tiempo, los cuerpos, las apariencias y la manera de vestirse de las mujeres parece ser un tema que el público, en particular los hombres, creen que pueden comentar o criticar públicamente como quieran, por ejemplo, hostigando a las mujeres en las calles. Los cuerpos de las mujeres en estos casos parecen ser vistos como propiedad pública. En muchos lugares del mundo, las mujeres no pueden someterse a abortos legales y seguros, y en otros lugares donde si es posible, las mujeres son criticadas por hacerlo. Aquí nuevamente, otros, a menudo hombres, están decidiendo sobre los cuerpos de las mujeres y sus derechos sexuales y reproductivos. Estos son solo algunos ejemplos de problemas sociales relacionados con el sexo y los derechos de las mujeres que llevan a la pregunta que Framis está planteando con este trabajo.

Los vestidos son una herramienta para que las mujeres exploren formas diferentes y lúdicas de manifestarse por cuestiones importantes, como el sexismo (sistemático). Al trabajar junto a mujeres con diferentes orígenes proporciona a este trabajo un carácter participativo y global.

Las relaciones sociales son un factor definitorio en el trabajo de Alicia Framis. Esto también es aplicable a su obra La Habitación de los cambios, que se expone conjuntamente con Es mi cuerpo público en la galería. Para esta obra Framis ha investigado como podría usar la tecnología como una herramienta para unir a la gente.

Desde 1990, cada vez más artistas se han interesado en atraer al público y hacer que sean coproductores de sus obras de arte . Para Alicia Framis, la activa participación del público y la interacción entre las personas es algo que ha estado investigando desde el comienzo de su carrera artística, en los años noventa.
La historiadora de arte Claire Bishop en su libro de 2002 Artificial Hells: Participatory Art and the Politics of Spectatorship define el término “arte participativo” para referirse a las formas de arte en las que las personas involucradas crean o co-crean la obra de arte . A Framis le gusta trabajar de una manera donde ella sea interdependiente de las personas que se comprometen con su trabajo. “La Habitación de los Cambios” se convierte literalmente en una obra de arte cuando dos personas entran y se abrazan. Esta interacción no verbal entre dos personas, esta conexión física que hacen, crea un juego de luces único. Cada abrazo o contacto dará lugar a un juego de luces diferente, con una intensidad y una duración distinta. Las energías de las personas hacen que la instalación se ilumine y cobre vida. Dicha instalación tiene una naturaleza altamente interactiva y efímera. Una vez que las personas abandonan la habitación, el trabajo desaparece y está abierto a nuevas interpretaciones, nuevas energías y conexiones entre otras personas diferentes.

Con “La Habitación de los Cambios”, Framis quiere fomentar el contacto humano en un mundo en el que cada vez la comunicación digital reemplaza más este contacto. La instalación también se puede considerar como una observación sobre la naturaleza de la interacción humana en nuestra sociedad actual. Además de alentar a la gente a abrazarse y mostrar afecto, a Framis le gusta que adoptemos diferentes formas de pensar y vivir. Ella invita a la gente a abrazar no solo a aquellos que uno conoce, sino también a abrazar al “otro”. Con esta instalación, Framis refleja no solo los cambios tecnológicos en nuestra sociedad actual, sino también los sociales y políticos. Esta obra está destinada a vincular a personas de diferentes procedencias y puntos de vista morales, religiosos y políticos. Este abrazo es lo que crea la obra de arte. Framis en esta instalación busca formas de transmitir emoción a través de la tecnología. Entrar en esta habitación es como vencer un miedo, un miedo a lo desconocido. Entrar en su interior permite al público cambiar la arquitectura física de la habitación y su propia arquitectura mental del mundo.

Nicolas Bourriaud en su libro Esthétique relationelle (1998) analiza el concepto de estética relacional y arte relacional como una referencia a una forma de arte en la que el enfoque se centra en las interacciones humanas, los contextos sociales y las relaciones del arte con la sociedad y el mundo . Podemos ver como la instalación de Framis adapta esta descripción a su búsqueda de interacción humana y sus observaciones sobre la sociedad contemporánea, así como su deseo de que el público interactúe con su trabajo.

Is My Body Public analiza los derechos de las mujeres en la sociedad actual y cuestiona hasta qué punto nuestros cuerpos pertenecen al ámbito público o privado. La instalación puede verse como una llamada a la acción, a la protesta y a la reflexión. Con “La Habitación de los Cambios” interactiva, Framis piensa en formas innovadoras de utilizar la tecnología para unir y crear un entendimiento entre las personas.

La obra de Framis versa sobre la creencia en la capacidad del arte para cambiar las mentes de las personas y, finalmente, el mundo.

Texto: Nina Svenson