“ROJO INDIO”

SANDRA GAMARRA (Lima, Perú 1972)
Del 17 de febrero al 31 de marzo de 2018

ROJO INDIO

La exposición Rojo Indio se presenta como dos salas de un museo: La sala de Objetos Encontrados y la sala del Ostracismo.

La sala de Objetos Encontrados reúne una colección de pinturas de géneros clásicos, como retratos, bodegones y paisajes, pero que cuentan una historia de objetualización de las personas, de su cultura, de los recursos y de los espacios que habitan.

La Sala del Ostracismo consta de 10 vitrinas en donde encontramos imágenes de cerámicas andinas. Todas ellas parte de algunas colecciones precolombinas de museos en España. Estos objetos, desarraigados de su uso tradicional, son organizados, ordenados y exhibidos con distancia y pulcritud. En la parte posterior de los mismos, están escritas palabras con las que se ha denominado a ese “otro” históricamente.

Las palabras “rojo” e “indio”, además del nombre de un tono de color del óxido de hierro, han terminado denotando al hombre originario de Los Andes de manera peyorativa.
Las dos palabras, paradójicamente, dadas por error. Cuando pensamos en indios, imaginamos a cualquier nativo americano, no necesariamente en los habitantes de la India y esto dado por el error histórico de Colón. Y cuando pensamos en rojo en relación al indio, inmediatamente lo relacionamos con comunista, marxista, izquierdista, anti-sistema, etc.

Sin embargo, los habitantes de América del Sur no son ni indios ni tienen una cultura dependiente del pensamiento de izquierda occidental. Pero en la cosmovisión eurocéntrica, todo depende y surge de su lógica, y por tanto todo debe enraizarse en ella.

El Rojo Indio, vendría a ser entonces, ese habitante de tierras no occidentales, que se opone a la idea de progreso, y que por tanto es inculto, salvaje y primitivo. Él y el espacio que ocupa está por hacer, organizar, cultivar, desarrollar, aprovechar.

Estas salas ficticias de museo nos cuentan una historia aparentemente neutra, en donde géneros de la pintura como el bodegón, el retrato o el paisaje, son parte de una manera de entender el mundo, impuesta como única y verdadera, y que son antecesoras de otros órdenes más contemporáneos, como la organización del trabajo, de la migración de las personas, de las culturas que la contradicen, de los recursos naturales y del arte.